3. ago., 2016

Texto

MATHEU                                    

Características generales

Las características singulares de Matheu, lo hacen distinto del resto de los pueblos del Partido de Escobar. Diferencias sobresalientes en sus costumbres como en su gente, dan como resultado una personalidad que le es propia, porque aún guarda esa calma que tanto caracterizó a los pueblos de nuestra provincia hasta finales de los años sesenta. Matheu aún conserva aquel particular atractivo, donde aún las familias se conocen por sus ¨motes¨ y apellidos, descendientes algunas de ellas de antiguos pobladores del lugar, cuando todavía, ni existía el ferrocarril ni había nacido el pueblo, al que en principio se lo denominó Villa Matheu.

Su trazado se practicó en terrenos ubicados alrededor de la parada ferroviaria, compuesto en principio por muy pocas manzanas. Los campos (que luego constituirían el territorio de Matheu) ya estaban habitadas desde mediados del siglo XVIII, por algunos chacareros y pequeños estancieros, éstos últimos generalmente dedicados a la cría y engorde de ganado vacuno y ovino. Campos administrados por los herederos o sucesores de antiguas familias criollas: como los Cruz, los Irrazábal, los Basabe, los Calderón, los Fernández, los Carrión, los Manrique, los Abal, los León y los Melo. Sus descendientes se unieron mediante infinidad de lazos matrimoniales con hijos e hijas de los inmigrantes que se fueron asentando en el nuevo poblado. Esta interrelación, entre criollos y gringos, dio lugar a un lento pero constante proceso de cambio social, económico y cultural. Así comenzaron emerger en la pampa criolla las chacras, quintas y granjas, establecimientos rurales fundamentalmente atendidos por labradores provenientes de todas las regiones de Europa, quienes trajeron consigo un nuevo concepto del trabajo de la tierra: italianos, españoles, franceses, vascos y portugueses transformaron rápidamente las economías regionales, sumándose a la explotación pecuaria el agro.

Suertes de estancia y de sobras

Una parte del pueblo de Matheu esta asentado sobre la tercera y cuarta “suerte de estancia”, que pertenecieron respectivamente a Hernando de Mendoza y a Juan de Garay, el mozo, hijo natural de Juan de Garay, el viejo (fundador de Buenos Aires). Gran parte de esas tierras actualmente integran la zona rural ubicada al noroeste del casco céntrico del pueblo, a partir (aproximadamente) de una línea imaginaria limitada por las calles España y Alberdi, cuyos campos llegaban hasta los bañados del río Luján, conteniendo en su seno al pueblo de Zelaya y al barrio Loma Verde de Escobar.

En cambio las tierras donde se encuentra el casco céntrico del pueblo de Matheu y los barrios San Andrés, 1º de Julio, El Abrojo, El Placer, El Picardo, La Loma de Sbravatti, Villa Saboya, Villa La Esperanza, Iratí y los barrios privados Campo Chico y Campo Grande (este del partido del Pilar) hasta dar con los arroyos Burgueño y Pinazo, fueron parte de un gran territorio conocido desde comienzos del siglo XVII como “suerte de sobras”, compuesto por varios campos que pertenecieron en principio a Francisco de Muñoz, los que luego de varios cambios de dominio fueron adquiridos en el año 1756 por don Manuel de Pinazo.